Armamento, munición de guerra y silenciadores, se cuentan entre los elementos prohibidos que incautaron detectives de la Brigada Investigadora del Crimen Organizado (Brico), en el marco de una operación coordinada con Aduanas y el Ministerio Público.
Junto con requisar esos elementos, los oficiales de la PDI capturaron a un hombre inculpado de confeccionar los silenciadores, modificar armas de fuego y comercializarlas en el mercado ilícito. La persona aprehendida carece de antecedentes criminales previos.
“Este procedimiento apunta a un tema muy central que nos preocupa como Estado: el uso de armas de fuego, que tanto daño causa en nuestros barrios, y que estamos abordando como Estado. Por eso, celebramos esta diligencia”, afirmó la Subsecretaria de Prevención del Delito, María José Gómez.
La autoridad resaltó que evidentemente los silenciadores estaban destinados a delincuentes y bandas criminales. E hizo hincapié en que esta diligencia, además, se vincula con un tema relevante: el empleo de armas modificadas.
“Es uno de los temas que aborda la nueva Ley de Armas. Las armas modificadas pueden, incluso, causar un daño mayor, pues no solo es difícil tener una trazabilidad de la munición, sino que, además, se distorsiona el recorrido de las balas asesinas”, puntualizó la Subsecretaria.
En ese contexto, la autoridad hizo un llamado para que el Congreso avance en la tramitación de la mencionada nueva Ley de Control de Armas, que entregará nuevas herramientas para combatir a la delincuencia.
La pesquisa de la BRICO se originó en la detección de sucesivas importaciones de accesorios rotulados como “filtros combustibles”, en el sector poniente de la capital, según detalló el jefe de esa unidad, Subprefecto Walter Cabezas.
El oficial de la PDI precisó que el detenido adquiría esos elementos en plataformas webs y que después los usaba para confeccionar los silenciadores o efectuar otras modificaciones en las armas.
